La ansiedad se caracteriza por tener pensamientos enfocados a un futuro catastrófico, por lo que continuamente se está pensando en que las cosas saldrán mal, es decir, entre más pensamientos se generan a futuro, las emociones se intensifican y se presentar reacciones fisiológicas. Algunos de los síntomas que se pueden presentar son náuseas, mareos, taquicardia, problemas gastrointestinales, deseos de salir huyendo, deseos de llorar sin parar, etc.

Cuando no hay tratamiento, la ansiedad puede ir subiendo de nivel, es decir, puede pasar de una ansiedad leve a moderada o grave, es por ello que la intervención oportuna es importante. Los tratamientos pueden ser en ocasiones solo con psicoterapia en otros, tratamiento farmacológico combinado con terapia cognitivo conductual, ya que éste enfoque es el que ha resultado más eficaz para el tratamiento.